En una lectura del Antiguo Testamento que, cronológicamente, nos lleva a fechas muy lejanas, a la Historia del Pueblo de Israel, nos encontramos con el término "lagar". Lo define como "sitio cavado frecuentemente en roca y dentro de la misma viña" (Is 5,2; Jer 25,30 y 48,33). El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define: "como el recipiente donde se pisa la uva para obtener el mosto por medios artesanales". Los lagares eran los lugares donde se pisaban las uvas. Unos eran rectangulares, otros redondos, excavados en la misma roca y dentro de la viña. En algunos depósitos se fermentaba, en principio, la uva para pasar después a vasijas, con lo que se desarrolló una muy importante industria cerámica, que tenía la doble misión de servir para almacenaje y transporte. Además de las ánforas hemos de destacar el uso, para transporte, de las pieles de ovejas y cabras, debidamente extraídas y preparadas, de manera que sólo tuvieran una abertura, la de la cabeza, por donde se sacaba todo el cuerpo del animal. Estos pellejos o vasijas han llegado hasta nuestros días, desde el Próximo Oriente, para transporte del aceite y del vino. Las vasijas, ánforas, se han documentado en la Península Ibérica a raíz de la colonización fenicia desde el S. VIII a. d. C.

Lagareta del Cominal (Cilleros)
Forma: rectangular
Dimensiones: Diámetros exteriores: 2,20 m y 0,90 m.
Profundidades extremas: 0,30 m y 0,25 m.
Agujero de salida del mosto: 0,10 m
Altura total de la piedra sobre el suelo: 0,60 m
El bloque total podríamos inscribirlo en un rectángulo de 2,20 x 0,90 m de lado. Características del entorno: A 100 m hay un sajurdón. Al menos ocularmente se dan los condicionamientos físicos para su catalogación. Lugar elevado. Un río muy cercano. Valle.






Fuente: Paule Rubio, Ángel- Coloquios Históricos de Extremadura