Los hermanos legos son conocidos también como fratres conversi, (hermanos conversos), laici barbati (laicos barbados), illiterati (iletrados), o idiotæ (idiotas, la denominación más despectiva de ellos). Los dos últimos términos provienen del hecho de que, antiguamente, los hermanos legos no solían tener una buena educación, aparte de ser iletrados y, por lo tanto, no aptos para estudios que los llevaran a una vida de monje de coro o de sacerdote. En consecuencia, con habilidades como la carpintería o la cocina pero sin la capacidad de leer los salmos, los hermanos legos viven y trabajaban en su propia sección de los monasterios, participan en servicios religiosos simplificados o ayudaban en las oraciones de los monjes de coro y pasan gran parte de su día en sus labores.
Pero la sinceridad de un Religioso lego se llevó las atenciones de los antiguos por merecerlo su religioso proceder, y será forzoso ocupe las nuestras para añadir nuevos ejemplares, que exciten a los tibios en el servicio de Nuestro Señor.
Llámose Fray Alonso de Cilleros, natural de la misma Villa, Obispado de Coria; sus Padres fueron labradores, aunque no muy acomodados de hacienda, de la limpia sangre de aquel lugar. Entraron al hijo en la misma ocupación, y aunque su inclinación le llevará a otra más superior, le fue forzoso condescender con la voluntad de su Padre, y emplease en el trabajo, a que le aplicaba. Los ratos que se hallaba sin él, los gastaba en rezar, y otras devociones, que indicaban bien su ánimo devoto.
El tiempo que estuvo en el siglo no fue mucho, porque le llamó Dios con una fuerte inspiración para sí. Pretendió luego apartarse de él, y para conseguirlo obtuvo licencia para tomar el hábito de nuestra Provincia de San Gabriel de los Descalzos. Tomóle el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, en Sierra de Gata; en él hizo su profesión, y en el poco tiempo que sobrevivió después, que no fueron más de cinco años, trabajó por plantar en su alma todas aquellas virtudes, que necesita una cabal perfección. Consiguiéndolo ayudado de la Divina gracia, y según pareció aun era mas de aquello que registraban los ojos. Quiso el Señor dar a entender cuan de su agrado había sido su alma, y manifiéstolo en la ocasión de su muerte. Sucedióle esta siendo morador del Convento de N. P. S. Francisco del Arroyo de la Luz, en donde descansa entre otros tantos Religiosos que allí yacen. Murió el año de 1621. Después de muerto Fray Alonso exhaló de su cuerpo tan suave olor, que no hay alguno de la tierra con quien poderle comparar; derramose no solo en la Celda en que estaba, sino por todo el convento. Lo mismo sucedió en la Iglesia, cuando llevando a ella el cuerpo para darle sepultura en su Capilla, admirabanse todos con la notable fragancia, sin saber a qué atribuirlo. Duró por tres días; no era fastidioso el olor, sino muy suave, y que a todos confortaba. Atribuyeronlo a la santidad de Fray Alonso, y presumieron fue indicio del buen olor de sus virtudes, y perfecciones, que como en vida le dio de ellas tan bueno, quiso el Señor que para testimonio de ellas le diese también después de muerto.
Convento de Nuestro Padre San Francisco, Arroyo de la Luz |
Fuente: Varones heroicos que en virtud, y santidad, que desde el año de mil seiscientos y cincuenta y dos hasta el de noventa y uno, ha producido la Santa Provincia de San Gabriel de los Descalzos - Fray Antonio de Truxillo
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