El retablo mayor de la ermita de San José, de estilo barroco, dataría de finales del siglo XVII y exhibe un fuerte recargamiento decorativo, sobre todo de carácter vegetal. Se ordena en banco, cuerpo único y ático curvo. El cuerpo se estructura en tres calles, separadas por cuatro columnas salomónicas. Preside el retablo la imagen de San José y ocupando los flancos otras dos imágenes barrocas de San Joaquín y Santa Ana. El ático contiene un lienzo que representa La Huida de Egipto. El conjunto remata en un broche de hojarasca con un segundo lienzo del Padre Eterno con una filacteria alrededor: "FIVM CONDENS FIVM COMPLENS".


José de Nazaret fue, en el cristianismo, el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret y, por tanto, padre de Jesús. Según el Evangelio de Mateo, era de oficio artesano, lo que ya en los primeros siglos del cristianismo se concretó en carpintero, profesión que habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era "artesano". Era de condición humilde, aunque las genealogías de Mateo y Lucas lo presentan como perteneciente a la estirpe del rey David. Se ignora la fecha de su muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años pero antes del inicio de su predicación. Se representa como adulto, con barba y corona, vistiendo una túnica azul y dorada, con reverso en rojo. En la mano derecha lleva una vara de azucenas y en la izquierda una sierra de carpientero. El niño se presenta en pié, junto a San José, agarrado a la misma sierra que su padre y vistiendo túnica gris y dorada.

San José (Siglo XVII)

San Joaquín fue el marido de Santa Ana y el padre de María, madre de Jesús, de acuerdo con la tradición católica. La historia de Joaquín y Ana apareció por primera vez en el evangelio apócrifo de Santiago; Joaquín y Ana no son mencionados en la Biblia. Se representa como una persona de avanzada edad, larga barba y coronado. Viste túnica oscura con una cuerda roja en la cintura. Es posible que la imagen antaño incorporase algún tipo de vara o bastón.

San Joaquín (Siglo XVII)

La tradición cristiana dice que Santa Ana, casada con San Joaquín, fue la madre de María y, por tanto, abuela materna de Jesús de Nazaret. Todo lo que se conoce sobre su vida, incluso su nombre, está basado en los Evangelios apócrifos, no admitidos por la Iglesia dentro de sus libros canónicos. Según estos, santa Ana era natural de Belén. Se representa la imagen de Santa Ana con larga túnica y un manto que le cubre la cabeza. Sostiene un libro en su mano izquierda para representarla como maestra de la Virgen, habitual entre las imánenes de los siglos XVII y XVIII, en los que se produce un gran resurgimiento de la devoción a Santa Ana.

Santa Ana (Siglo XVII)