Estaba situada en la salida de Cilleros, en el camino hacia Moraleja, en la esquina que forma la actual carretera con la calle Gitanita. Se vendió junto con un olivar hace unos años, hoy en día ha desaparecido totalmente, encontándose en su lugar una vivienda de nueva construcción.

Pero sabemos, tenía una traza de planta cuadrada, de unos 80 metros cuadrados de superficie, que tenía una puerta abierta de cantería, que miraba hacia el poniente, y que sus muros se alzaban construidos con mampostería. La cubierta era de madera, y la conformaban "unas tixeras con sus tirantes, costeras, alfarxas y cumbreras de madera de roble, y su chilla de la dicha madera, y texavana encima".

En el altar se distinguía una imagen de San Pedro Apóstol "de talla, pintado y dorado, y en la mano izquierda, una llave", obra del escultor sevillano Martínez Montañés y que la hizo por encargo de un tal Francisco Cordero para la parroquia de Cilleros. En el interior de esta pequeña ermita y su arlededor se realizaron numerosos enterramientos, en virtud del número de cráneos que aparecieron. En este sentido, no fue la única ermita cillerana que contaba con un pequeño cementerio.




Fuente: Viaje artístico por los pueblos de Sierra de Gata - Florencio-Javier García, Libro de visitas del Comendador de 1619 - Archivo Diocesano de Cáceres. Diario de Cilleros.