Aproximadamente a partir del 6000 a. C. comenzó el Neolítico en la península Ibérica. Al igual que en el resto de Europa, la asimilación de los fundamentos neolíticos se produce por influencia del Oriente Próximo, penetrando estos desde el área mediterránea hacia el interior entre el VI-IV milenio a. C. y fusionándose con los rasgos autóctonos de cada región. Así, la nueva economía agrícola-ganadera fue reemplazando a la de los cazadores-recolectores, favoreciendo la sedentarización de la población. En nuestra tierra la ganadería fue la actividad predominante, dadas las accidentadas condiciones orográficas. Se desarrollaron útiles específicos para las tareas agrícolas, tales como las azadas, hoces y molinos de mano, y adquirieron un gran desarrollo los instrumentos de madera, asta y hueso. Pero el cambio principal en el utillaje fue la aparición de la cerámica, primordial para la cocción de los alimentos y su conservación. La agricultura del trigo y la cebada está comprobada indirectamente, por haberse encontrado útiles como molinos de mano o molederas. El inicio de la ganadería se deduce de la comprobación del consumo de vaca, oveja y cerdo.

Acceso de entrada al abrigo SO1

El modelo de hábitat más extendido en el Neolítico es el de la ocupación de cuevas y abrigos, adoptándose durante la Edad del Cobre (Calcolítico) el poblado de superficie, pero conservándose la cueva o abrigo en las zonas montañosas marginales, con algunos ejemplos de estos últimos en la cillerana Sierra de Santa Olalla. 

El yacimiento lo constituyen una serie de abrigos de pequeñas dimensiones, hemos catalogado hasta el momento 5, de entre 10 y 15 metros cuadrados de superficie media, distribuidos a lo largo de la cumbre occidental, un espigón escarpado con alturas de 800 metros sobre el nivel del mar y por encima de los 250 metros sobre la llanura. Lo más destacable de este lugar es la dificultad para cultivar en el terreno inmediato al asentamiento por la escasez de suelo y exceso de rocas en la topografía del sitio, pese a ello, hay constancia de activides de molturación y molienda, evidenciada por la presencia de molinos naviformes hallados en el interior de dos de los abrigos. Junto a esos materiales se han encontrado cerámicas muy fragmentadas, que por las calidades y tratamiento de las pastas, permiten adscribirlas de forma provisional a un momnento impreciso de la Edad del Cobre.

Cerramiento con muros de piedra del interior del abrigo SO1

Interior del abrigo SO1

Interior del abrigo SO2


Interior del abrigo SO3

Fragmento de un molino naviforme hallado en el interior del abrigo SO1


Fuente: La Edad del Cobre en la Alta Extremadura - Gonzalez Cordero, Antonio.