El retablo mayor, construido en madera dorada y de estilo barroco, se estructura en banco, cuerpo único y ático. Fue construido por el gateño Diego Martín Durán en el año 1737, y tuvo un coste de 8.799 reales. En el centro se encuentra el sagrario, con forma de templete sustentado por columnas salomónicas; en la puerta de este sagrario se figura un relieve del Cordero Místico.
Preside la hornacina principal una efigie de madera policromada, Nuestra Señora de los Apóstoles, imagen del siglo XIII de la que ya nos hemos ocupado en una entrada anterior (La imagen románica de Nª Sª de los Apóstoles). Se echan en falta las dos coronas imperiales de plata que tenían colocadas en la cabeza la imagen de Nuestra Señora de los Apóstoles y el niño Jesús que tiene en brazos. Entre ambas tenían un peso de trece onzas.
En uno de los nichos laterales se encuentra una hermosa estatua de la Virgen del Carmen, excelente pieza del siglo XVIII. Se representa coronada como reina de los ángeles; porta el escapulario que según la tradición entregó a San Simón en la mano derecha y al niño en su izquierda. En el otro nicho se instala una imagen de San José con el Niño, moderna y de escaso valor artístico. Se trata de una de las devociones que se consolida durante el Barroco, apoyada en la doctrina postridentina cuando se otorga a San José un papel de protector del Niño, al que suele llevar en brazos, representado como un varón en plenitud y madurez, alejado del papel secundario que se le venía otorgando durante la Edad Media, cuando era representado como un anciano y siempre inserto en escenas relacionadas con el nacimiento y la infancia de Cristo.
Otros cuatro retablos barrocos de madera dorada, todos ellos del siglo XVIII, engalanan los muros del presbiterio.
En el lado de la epístola, junto al altar mayor, se encuentra el retablo dedicado a San Blas. Ordenado en banco, cuerpo único y ático. La hornacina principal, de medio punto, contiene una imagen moderna de San Blas, Patrón de Cilleros. Se representa con dos de sus atributos iconográficos más habituales: El báculo y la vestimenta de obispo. En el hueco del ático una imagen de la Virgen María.
En el lado del evangelio, también junto al altar mayor, se encuentra el retablo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Ordenado en banco, cuerpo único y ático, similar al retablo anteriormente comentado y realizado por el mismo artista, la hornacina principal contiene una imagen reciente del Sagrado Corazón de Jesús. En el hueco del ático, se aloja lo que parece una imagen de un Santo Jesuita, del siglo XVIII.
En el lado de la epístola, en un tramo recto del abside de la capilla mayor, se encuentra otro retablo ordenado en banco, cuerpo único de tres calle y ático. Preside el mismo una imagen de vestir de la Virgen María. En el ático, una imagen de madera de un santo del siglo XVIII, vestido con roquete y la palma del martirio en la mano; quizás se trate de San Ramón Nonato. En una de las repisas laterales se observa una pequeña efigie del Niño Jesús con otro infante arrodillado a sus pies, del siglo XVII.
En frente del anterior, y de similar factura se encuentra otro retablo menor también ordenado en banco, cuerpo único de tres calles y ático. Preside la imagen de la Virgen de Fátima. El ático lo ocupa un lienzo ovalado que representa a San Juán Bautista.
De muy buena mano es una estatua de San Isidro Labrador, que da frente a la nave del templo. Presenta una magnífica policromía y debió contruirse a finales del siglo XVII. Se representa con indumentaria propia de la época, aguijada en mano y arado a los pies.
Pero la pieza cumbre de la parroquia cillerana es la soberbia escultura de San Pedro que se admira en el muro del evangelio. Obra del magnífico artista sevillano Juán Martínez Montañes, se fabricó en el año 1641, y sobre la misma ya dimos mayor explicación en una entrada anterior (San Pedro según Martínez Montañés). Se representa com un hombre ya entrado en años, con barba y manto rojo. Porta la llave del cielo en la mano derecha y un libro en la izquierda.
El resto de imágenes conservadas en la parroquia, corresponden a los pasos de Semana Santa y se custodian en la capilla de la epístola. El Cristo Nazareno, la Virgen de los Dolores, el Cristo Crucificado, la Santa Urna y el Cristo Resucitado fueron tratados también en una entrada anterior, en la que se puede consultar más detalle sobre las mismas (Semana Santa en Cilleros).
Fuente: Viaje artístico por los pueblos de la Sierra de Gata - Florencio Javier García Mogollón
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