El apellido es el nombre antroponímico de la familia con que se distingue a las personas. En la tradición hispánica, los apellidos frecuentemente tienen como origen los Nombres de persona, nombres propios o nombres de pila, que por la adición de algún sufijo especial pasan a ser un nombre familia de origen antroponímico (Rodríguez, Martínez,...), los Nombres de oficios, dado que en la Edad Media en gran parte de Europa los oficios eran hereditarios dentro de la familia eso facilitó la identificación de una determinada familia con un determinado oficio, por esa razón tras unas generaciones la denominación de ciertas familias quedó ligada a nombres de oficios (Herrero, Pastor,...); los Nombres de características físicas, según el color de cabello o alguna característica física notoria frecuentemente atribuible a una gran parte de los miembros de una familia (Rubio, Bermejo,...) o los Toponímicos, nombres de lugar, asociados a gentilicios toponímicos que designan el origen de una determinada familia (Castellano, Gallego,...). Las categorías anteriores no agotan todas las posibilidades pero la gran mayoría de apellidos usados por las lenguas de origen europeo pertenezca a alguna de las categorías anteriores.

Relieve en Calle González Fiori Nº 6, Cilleros

En los lejanos tiempos de la Reconquista de la Península, era lógico que los caballeros fuesen nombrados por el lugar que ocupaban en el campo de batalla. En este caso, los ballesteros eran aquellos que, además de usar las ballestas, cuidaban de las armas de las personas reales y las asistían cuando salían a cazar. De esta forma surgió el apellido Ballesteros, el cual ya encontramos documentado a partir del siglo XI.

Los Ballesteros proceden de la zona castellana (el apellido tuvo su primitiva casa solar en Castilla), aunque posteriormente se extendió por otras zonas de la Península Ibérica. Se sabe que los Ballesteros tienen o tuvieron radicación, entre otros lugares, en Galicia, las Islas Canarias, Extremadura, Andalucía y Aragón. Además, según consta en los archivos de la Real Chancillería de Valladolid, los Ballesteros hicieron probanza de su hidalguía en esta institución.

En la actualidad, el apellido Ballesteros es uno de los más abundantes de la geografía española, encontrándose regularmente repartido por todas las regiones de España. Cabe destacar que el apellido enraizó desde lejanos tiempos en tierras de América Latina, y en la actualidad se encuentra también ampliamente representado en el Nuevo Continente. En lo referente a tierras de Castilla, el apellido es especialmente abundante en las ciudades de la gran área metropolitana de Madrid. En lo que respecta a Cilleros, el apellido Ballesteros ha estado presente en la población desde hace muchos siglos, prueba de ello son los numerosos vestigios heráldicos que encontramos al respecto en las vetustas fachadas del centro histórico de la villa. Posiblemente se trate de uno de los apellidos más ilustres de la historia cillerana; cuyos descendientes todavía perviven entre nosotros.

Escudo en Calle Hernán Cortés Nº 4, Cilleros

Escudo en Calle González Fiori Nº 10, Cilleros

Escudo en la Calle González Fiori Nº 29, Cilleros

Escudo en la Calle Hernán Cortés Nº 16, Cilleros

Escudo en la Calle San Lorenzo Nº 46, Cilleros