Los castros eran poblaciones fortificadas, con murallas y en algunas ocasiones fosos (como el cercano poblado de Salvaleón). Las casas eran circulares o rectangulares con la cubierta de paja o ramas y podían tener sólo una o diversas habitaciones, pero siempre en la principal estaba el hogar. Solían emplazarse en lugares elevados y de difícil acceso junto a fuentes de agua y vías de comunicación, buscando en la medida de lo posible, la defensas naturales que proporciona la altura. El emplazamiento más común es el denominado en espigón fluvial, en un cerro amesetado y escarpado en el lugar donde se unen dos cauces fluviales. El Castillejo de Cilleros es un claro ejemplo de este tipo de castros. Se trata de un yacimiento de pequeñas dimensiones situado en un cerro de escasa atura (411 metros) pero con buenas posibilidades defensivas, flanqueado por dos arroyos: el arroyo del Pozo y el arroyo de la Fuente de los Burros. El yacimiento se encuentra datado en la Edad de Cobre o Calcolítico.

Las defensas naturales del terreno se completan con defensas artificiales: murallas, torres, fosos y campos de piedras hincadas. La muralla se construye sin cimentación, sobre la roca natural, con mampostería de pizarra en seco. Es muy probable que el remate de las mismas se hiciera con una empalizada de postes de madera, sobre todo en las entradas. El perímetro del recinto amurallado es de unos 130 metros y la superficie interior de aproximadamente 1250 metros cuadrados. Son murallas adaptadas al relieve del terreno y a veces tienen bastiones, sobre todo en las puertas, y aprovechan al máximo los tiros cruzados. Debido a la acumulación de pizarras, el trazado de la muralla es casi la única zona transitable (donde no crece la vegetación).

Las puertas son relativamente homogéneas, responden a dos esquemas, en embudo y en esviaje. En embudo se forma cuando los dos lienzos de la muralla se curvan hacia el interior, a veces se añaden dos bastiones en los flancos, apareciendo un callejón en embudo, mientras que en esviaje, los tramos de muralla se sobreponen, los dos lienzos adoptan una situación paralela dejando un espacio libre entre ellas para pasar. En este caso, el castro tiene una única puerta de acceso y en esviaje ubicada al norte del yacimiento.

Asociadas a los Castros, solían estar las necrópolis, cuyas características definitorias son:
    • Localización frente a las puertas de los poblados, entre 150-300 metros de distancia.
    • Proximidad a corrientes de agua continuas, que discurren de este a oeste en relación con los cementerios.
    • Una distribución particular, que consiste en concentrar los enterramientos en sectores separados por zonas sin tumbas.

    El ritual funerario parece que se basó casi exclusivamente en la cremación del cadáver, y depositar los restos en la tierra con urna cineraria o sin ella, y para algunas tumbas, la existencia de objetos tanto metálicos como de cerámica, que harían las veces de ajuar. La forma de cubrir la urna, varía. Unos son simplemente hoyos a poca distancia del suelo, en otras ocasiones nos encontramos antes túmulos o estelas, e incluso, pequeñas coberturas de lajas.

    Castro del Castillejo, Cilleros.

    Castro del Castillejo, Cilleros.

    Castro del Castillejo, Cilleros.