La filoxera de la vid es el nombre común de la especie Viteus vitifoliae, insecto hemíptero homóptero de la familia Phylloxeridae. Su origen se sitúa en Estados Unidos, donde se alimenta de las hojas y raíces de la vid americana. Los daños que produce dependen del tipo de vid, ya que no participa exclusivamente en su muerte, sino que suele venir acompañada de hongos y bacterias que necrosan y pudren las raíces. Las raíces de la vid europea responden a la filoxera mediante nudosidades y tuberosidades (hipertrofias y depresiones centrales respectivamente) que permite la entrada a los microorganismos mencionados provocando su muerte y con ella la de la planta entera. La vid americana, sin embargo, apenas forman nudosidades y tuberosidades, por lo que la filoxera se puede alimentar de sus raíces sin provocarles la muerte.
La llegada de la filoxera a Europa se produjo a la vez por varios puntos: Francia, Portugal, Alemania y Austria. Esto se debió a la importación desde el estado de Georgia (EE.UU.) de la variedad "isabela" de vid americana, con el objetivo de combatir la plaga de oidium que estaban sufriendo en ese momento las vides europeas. Estas importaciones trajeron también la filoxera, que, ya en Europa, fue poco a poco eliminando a las vides europeas, no adaptadas a estos tipos de insectos. La filoxera llega a Europa en 1868, detectándose en tres focos: dos en Francia (Burdeos y Gard) y uno en Austria (Viena). A partir de aquí se fue extendiendo por el resto del continente. El primer registro de filoxera en España se remonta a 1878, en Málaga. Este foco sorprende puesto que no responde a la expansión natural de la filoxera por Europa, como sería lo esperable entrando por Cataluña a partir de Francia, sino a un fenómeno de importación.
El primer caso en el vecino Portugal se detectó en el pueblo de Gouvinhas, situado próximo al río Duero. La plaga fue remontando el río infectando los viñedos aledaños hasta encontrarse en 1884 en la frontera española de los Arribes. Su expansión en Portugal hacia el sur fue lenta, y alcanzó la frontera española por Extremadura en 1897 a través de dos focos simultáneo: San Vicente de Alcántara (cuenca del Tajo) y por varios municipios de la Tierra de Barros. Tres años después, los viñedos de Cilleros ya se encontraban afectados por la tan temida plaga, como podemos comprobar en algunos artículos de la prensa del año 1901.
En número 238 de "El Progreso agrícola y pecuario", editado en Abril de 1901, se podía leer esta carta alertando de la plaga y sus consecuencias:
Al mes siguiente, en la edición del 23 de Mayo de 1901 de el "Heraldo de Zamora", se repetía la noticiade la plaga en las vides de Cilleros:
En el mes de Octubre de 1901, el Boletín oficial de la provincia de Cáceres reconoce la existencia de la Plaga de filoxera en el término de Cilleros, y en consecuencia, se le restringe el cormercio de la vid por encontrarse en zona afectada, como forma de prevenir el esparcimiento de la misma por otras zonas vinícolas:
Las repercusiones económicas y sociales que supuso la llegada de la filoxera a Europa fueron devastadoras. La peor parte se la llevó Francia y el derrumbe de su producción influyó de forma decisiva en el auge internacional de zonas hasta entonces consideradas como de menor entidad, como era el caso de España. Curiosamente, la solución al problema filoxérico también llegó de América. Los científicos se percataron de que todas las vides sensibles a filoxera eran plantaciones hechas con vides europeas en pie franco, es decir, conservando sus propias raíces. Por ello, empezaron a probar variantes injertadas sobre pies de especies americanas que habían mostrado resistencia contrastada contra el insecto. El viñedo de Cilleros fue invadido y destruido por la filoxera, pero con una gran percepcción del problema se acometió la repoblación y se resolvió la crisis que hubiera aminorado enormemente la riqueza colectiva de la población.
Fotografías: 1ª- Filoxera de la vid; 2ª- Momento de aparición de la plaga de la filoxera en las diferentes zonas vitícolas españolas (de García Santamaría & Martín Losa, 1984).
Fuentes: El Progreso agrícola y pecuario. 7/4/1901; Heraldo de Zamora : Diario de la tarde. Defensor de los intereses morales y materiales de la provincia Año VII Número II - 1901 Mayo 23; Boletín oficial de la provincia de Cáceres Número 161 - 1901 Octubre 08.
La llegada de la filoxera a Europa se produjo a la vez por varios puntos: Francia, Portugal, Alemania y Austria. Esto se debió a la importación desde el estado de Georgia (EE.UU.) de la variedad "isabela" de vid americana, con el objetivo de combatir la plaga de oidium que estaban sufriendo en ese momento las vides europeas. Estas importaciones trajeron también la filoxera, que, ya en Europa, fue poco a poco eliminando a las vides europeas, no adaptadas a estos tipos de insectos. La filoxera llega a Europa en 1868, detectándose en tres focos: dos en Francia (Burdeos y Gard) y uno en Austria (Viena). A partir de aquí se fue extendiendo por el resto del continente. El primer registro de filoxera en España se remonta a 1878, en Málaga. Este foco sorprende puesto que no responde a la expansión natural de la filoxera por Europa, como sería lo esperable entrando por Cataluña a partir de Francia, sino a un fenómeno de importación.
El primer caso en el vecino Portugal se detectó en el pueblo de Gouvinhas, situado próximo al río Duero. La plaga fue remontando el río infectando los viñedos aledaños hasta encontrarse en 1884 en la frontera española de los Arribes. Su expansión en Portugal hacia el sur fue lenta, y alcanzó la frontera española por Extremadura en 1897 a través de dos focos simultáneo: San Vicente de Alcántara (cuenca del Tajo) y por varios municipios de la Tierra de Barros. Tres años después, los viñedos de Cilleros ya se encontraban afectados por la tan temida plaga, como podemos comprobar en algunos artículos de la prensa del año 1901.
En número 238 de "El Progreso agrícola y pecuario", editado en Abril de 1901, se podía leer esta carta alertando de la plaga y sus consecuencias:
La riqueza vitícola está amenazada en la provincia de Cáceres de riesgos tan graves como inminentes, y ni la acción oficial ni la iniciativa privada han hecho hasta hoy ningún esfuerzo encaminado, ya que no á conjurar el peligro, porque esto es imposible, á procurar al menos que las consecuencias del desastre no sean tan ruinosas como resultarán si todo el mundo se cruza de brazos y la plaga filoxérica sigue tranquilamente ensanchando la zona de invasión.
En 1897 se descubrió el primer foco filoxérico en el viñedo de Valencia de Alcántara, presumiéndose fundadamente que la plaga procedía de la provincia de Badajoz, pues con ella está limítrofe el término municipal de dicho pueblo. Tres años después se comprobó en Cilleros la existencia de otro foco filoxérico en un viñedo cercano á la raya de Portugal, siendo indudable que del vecino reino había venido la filoxera que estaba aniquilando los viñedos de Cilleros.Las plantaciones donde primero se reveló la plaga debían llevar ya algunos años sufriendo los ataques del funesto pulgón, pues como en esta provincia nadie se cuidaba ni se cuida de hacer trabajos de investigación para conocer la situación de los viñedos hasta que éstos están próximos á morir y dejan de dar fruto, los dueños no se aperciben del terrible enemigo que ha invadido sus fincas, y entonces ya no queda otra solución que arrancar las cepas, y si no se quieren utilizar las vides americanas, estudiar el cambio de cultivo que en cada comarca ofrezca al agricultor mayores provechos.
En Valencia de Alcántara los terrenos descepados se destinan á la plantación de castaños, por ser éste un árbol que se da muy bien en aquella comarca, y en Cilleros prefieren en cambio el olivo, por ser una región en que se cosechan muchos y buenos aceites que toman su nombre del pueblo de Gata. Conviene que los agricultores, antes de proceder á reconstituir los viñedos, se fijen en que la cosecha media de vinos es de tal importancia en la Península que no es discreto sacrificar á la viticultura, como se hizo en otras épocas, aquellos ramos de riqueza agrícola de los que fundadamente pueden esperarse mayores beneficios que de las plantaciones de vides que ahora se hagan.En la provincia de Cáceres hay terrenos en los cuales el viñedo se cultivará siempre con buenos resultados. Nos referimos á una buena parte de las tierras que estaban destinadas á monte alto y que se han limpiado para roturarlas. La fuerza alcohólica de los vinos en esta región varía entre 12 y 16 grados.Según los datos estadísticos reunidos por el Servicio agronómico, hay en la provincia de Cáceres de 12 á 13.000 hectáreas de viñedo.En algunos puntos los caldos que se elaboran son muy superiores y se venden con buena estimación, siendo ésta la causa de que se considere por todos insustituible el cultivo de la vid.
Para poner á los viticultores en condiciones de reconstituir sus viñedos, sin grandes sacrificios, el Jefe del Servicio agronómico, Sr. Paredes, puede disponer de fondos sobrados sin necesidad de pedir ni una sola peseta al Ministerio de Agricultura, toda vez que la Diputación provincial tiene recaudadas y depositadas en la Sucursal del Banco algo más de 9.000 pesetas, procedentes del impuesto de una peseta por hectárea que se cobra á los viticultores.El Sr. Ministro de Agricultura, en vista de estos datos, puede prestar un servicio del mayor aprecio á la región extremeña ordenando que, con cargo á los fondos de que hemos hecho mérito, se proceda á establecer dos viveros en ios sitios que por el personal agronómico se recomienden como más adecuados para dicho destino. Suponemos que esto mismo podría hacerse en algunas otras provincias de las invadidas por la plaga filoxérica, pues no es práctico ni discreto que, reclamando con apremio las conveniencias de la viticultura la creación de viveros, se tenga en las Sucursales del Banco, sin darles la aplicación debida, los recursos que la ley de defensa contra la filoxera ha puesto á disposición de las Diputaciones.
Algunos viticultores extremeños quisieron importar vid americana para reconstituir el viñedo filoxerado, pero les detiene el temor de que surjan complicaciones al pasar las plantas por provincias no filoxeradas. Creo que estos temores no tienen serio fundamento, pues la sección de plagas del Consejo Superior de Agricultura ya se ocupó de este importante asunto y resolvió la forma en que habían de hacerse las remesas de vides americanas cuando, estando éstas destinadas á punto filoxerado, tenían que pasar imprescindiblemente por provincias vitícolas no invadidas por la plaga.Las casas que en Cataluña, Galicia y otros puntos de la Península se dedican á este comercio saben muy bien el escrúpulo con que hay que cumplir las disposiciones vigentes sobre transporte de vides americanas, y los que necesiten valerse de ellas pueden antes de hacer pedido asesorarse. Para todas estas empresas nada debe recomendarse con mayor eficacia que la creación de sindicatos, por lo mismo que a estos les sría fácil sufragar gastos que resultan excesivos para un solo agricultor, encontrando además la ventaja en la asociación de que, haciendo pedidos de importancia, los precios, tanto de las plnatas como del arrastre, se aminoran considerablemente.
Al mes siguiente, en la edición del 23 de Mayo de 1901 de el "Heraldo de Zamora", se repetía la noticiade la plaga en las vides de Cilleros:
La filoxera continua su obra devastadora en nuestra patria. Las últimas noticias recibidas de Cáceres, acusan un incremento aterrador en la funesta plaga, que va a destruir la riqueza principal de aquella provincia, consistente en unas 14.000 hectáreas de viñedo de excelente calidad. En Valencia de Alcántara y Cilleros ya se ha consumado la obra destructora, y aunque en sustitución de la vid perdida se están plantando castaños y olivos, ni con mucho se obtendrán rendimientos análogos a los que daba el cultivo de la uva.
En el mes de Octubre de 1901, el Boletín oficial de la provincia de Cáceres reconoce la existencia de la Plaga de filoxera en el término de Cilleros, y en consecuencia, se le restringe el cormercio de la vid por encontrarse en zona afectada, como forma de prevenir el esparcimiento de la misma por otras zonas vinícolas:
PLAGAS DEL CAMPO
Comprobada por el reconocimiento pericial la existencia de la filoxera en el viñedo de los términos de Alcuéscar, Cilleros y Valencia de Alcántara, prevengo a las autoridades y comisionos municipales de todos los pueblos de la provincia, el cumplimiento de los artículos 5º y 6º de la ley 13 de Junio de 1885, que se insertan a continuación de esta circular y el de las Reales órdenes de 25 de Enero y 27 de Febrero de 1899, cuya parte dispositiva también se publica para el debido conocimiento de todos.
Las mencionadas autoridades tendrán en cuenta que la prohibición establecida por el art. 6º de la ley, debe aplicarse a la circulación por la provincia, de los objetos expresados en el art. 5º, procedentes de los términos de Alcuéscar, Cilleros y Valencia de Alcántara; prohibición que, tanto por estar en armonía con los preceptos legales, cuanto por el interés capital que reviste para los pueblos de esta provincia, cuyos viñedos están limpios de la plaga, debe observarse fielmente, para evitar en lo posible la difusión de la misma.
Acreditada por la experiencia la ineficacia de los procedimientos de extinción para contener el avance de la filoxera, y no debiendo recomendarse las culturales porque aun el viñedo más productivo de esta provincia, no puede soportar el considerable gasto anual que requieren, aparte de que con ellos solo se consigue aplazar por algunos años la muerte de las cepas atacadas, se ha impuesto en todos los paises filoxerados como único recurso para reconstituir el viñedo, la replantación con vides americanas para ingertar en ellas las variedades más estimadas de cada localidad.
Entre aquellas se recomienda con preferencia a los viñeros, las varidades de las especies riparia y rupestris, y los hibridos o cruzamientos de ellas, que son las que mejor se adaptarán al terreno de esta provincia, por lo mismo que en él excasea el elemento calizo, impropios para el buen desarrollo de dichas vides, y la humedad cuyo exceso también las perjudica; debiendo plantarse las primeras en los terrenos silíceo-arcillosos, ferruginosos, profundos y permeables y las segundas en los graníticos, silíceos, arenosos, áridos y secos, en los que, por ser de más inferior calidad, no prosperan las riparias o lo hacen en malas condiciones. Y en el caso, que es raro en esta provincia, de que abunde en el terreno el elemento calizo, se recurrirá a las variedades de la especie berlandieri; pudiendo acudir los viñeros para proveerse de unas y otras a los establecimientos más acreditados, que ya existen en nuestra nación, para la expendición de estacas y barbados, con arreglo a las prevenciones y requisitos que se determinan en las disposiciones citadas.
Cáceres 5 de Octubre de 1901.
El Gobernador, José Muñoz del Castillo.
Las repercusiones económicas y sociales que supuso la llegada de la filoxera a Europa fueron devastadoras. La peor parte se la llevó Francia y el derrumbe de su producción influyó de forma decisiva en el auge internacional de zonas hasta entonces consideradas como de menor entidad, como era el caso de España. Curiosamente, la solución al problema filoxérico también llegó de América. Los científicos se percataron de que todas las vides sensibles a filoxera eran plantaciones hechas con vides europeas en pie franco, es decir, conservando sus propias raíces. Por ello, empezaron a probar variantes injertadas sobre pies de especies americanas que habían mostrado resistencia contrastada contra el insecto. El viñedo de Cilleros fue invadido y destruido por la filoxera, pero con una gran percepcción del problema se acometió la repoblación y se resolvió la crisis que hubiera aminorado enormemente la riqueza colectiva de la población.
Fotografías: 1ª- Filoxera de la vid; 2ª- Momento de aparición de la plaga de la filoxera en las diferentes zonas vitícolas españolas (de García Santamaría & Martín Losa, 1984).
Fuentes: El Progreso agrícola y pecuario. 7/4/1901; Heraldo de Zamora : Diario de la tarde. Defensor de los intereses morales y materiales de la provincia Año VII Número II - 1901 Mayo 23; Boletín oficial de la provincia de Cáceres Número 161 - 1901 Octubre 08.
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