Los monasterios son testimonio de la historia religiosa y de la historia político-militar, principalmente en la Edad Media. Éstos tuvieron un papel importante en la repoblación llevada a cabo por los distintos reyes y condes cristianos tras el avance de la Reconquista y el consiguiente retroceso de los musulmanes hacia el sur de la península. La creación de monasterios durante la Edad Media fue primordial desde un punto de vista social y cultural, así como para la repoblación del territorio.
Las abadías no son más que monasterios cristianos bajo las órdenes de un abad, que actua como padre espiritual de la comunidad. Los monjes se dedicaban a la oración y al trabajo como subsistencia, el "ora et labora" que se indica la regla de San Benito. Por norma general, los monasterios Benedictinos siempre han sido muy autónomos y siempre estaban dirigidos por un abad. El monasterio o abadía solía contar con algún terreno anexo donde trabajar y cultivar los alimentos con los que los monjes podían mantenerse, siempre dentro de los límites de pobreza solían practicar.
Según D. Alfredo Ballesteros Morientes, sacerdote natural de la Villa de Cilleros, en el archivo de la Catedral de Coria hay un legajo medieval en el que se puede leer lo siguiente:
El Obispo de Coria, manda un mónitum o aviso al Abad de la Abadía de Cilleros, en el que le dice que "pague los diezmos y primicias a la Iglesia ,ya que no lo venía haciendo".
Ésta noticia viene a confirmar un hecho que ya había escuchado en boca de algunos Cilleranos, pero del que no se tenía constancia escrita, que tras la Reconquista definitiva y Repoblación de Sierra de Gata en el siglo XIII, debió existir una pequeña abadía junto a la población de Cilleros, posiblemente de monjes benedictinos.
Hoy en día no quedan restos constructivos irrefutables que indiquen la existencia de tal Abadía, aunque si diferentes indicios que hacían sospechar de su existencia y ubicación.
- El primero de ellos hace referencia a la toponímia. Al sur de la población de Cilleros, existe un paraje de numerosos huertos y pozos de agua conocido por los cilleranos como "La Bahía", curioso nombre de concepto geográfico que se da en algunas costas marítimas, aplicado a un paraje del interior de la Península Ibérica, a menos que "La Bahía" sea una degeneración léxica de "La Abadía". Bastante alboroto tenemos ya en Cilleros con una Virgen marinera como para contar que también tenemos una Bahía que rivaliza en belleza con la mismísima Cocha de San Sebastián.
Portal de acceso a uno de los cercados de La Bahía, junto al pozo del Brinco, Cilleros |
- El segundo de ellos también hace referencia a la toponímia aunque éste si que se conserva en la actualidad. En el paraje anteriormente indicado y conocido como "La Bahía" existe un pozo de agua denominado el "Pozo del Brinco"; de hecho al paraje también se le conoce por este último nombre. El "Pozo del Brinco" es un antiguo pozo, estrecho y con paredes interiores de cantería, que perfectamente podría considerarse un pozo de época medieval. Considera D. Alfredo Ballesteros Morientes que la misma degeneración léxica pudo ocurrir con el nombre del pozo, y que realmente se tratase del "Pozo del Vínculo", pozo que dispondrían los monjes en sana unión para utilizar sus aguas.
Pozo del Brinco, o del Vínculo, Cilleros |
- El tercer indicio es que en el entorno de "La Bahía" y junto al "Pozo del Brinco" existe un gran cercado, con paredes de considerable altura y consistencia, que pudo haber formado parte de la antigua Abadía. Como se ha indicado, en toda la zona abunda el agua y actualmente está conformada por huertos familiares delimitados por muros de piedra.
Muro de uno de los cercados de La Bahía, junto al pozo del Brinco, Cilleros |
Debió ser aquí donde estos monjes tuvieron sus campos de trabajo y oración, retirados a escasos 600 metros de la población de Cilleros. Debió ser aquí donde estuvo ubicada la antigua Abadía de Cilleros.
Fuente: Diario de Cilleros.
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