El término de Cilleros presenta dos zonas geomorfológicas bien diferenciadas: la zona del oeste formada a partir de sedimentos precámbricos y cámbricos del compeljo esquisto-grauwaquico en el que encontramos pizarras que se alternan con grauwacas y donde se insertan diques de cuarzo de poco espesor, y la zona del este, desarrollada sobre rocas graníticas pertenecientes al plutón de Jálama. Entre ambas observamos la existencia de una banda de metamorfirmo de contacto con una anchura variable entre los 700 y 1500 metros.

Estas dos zonas geológicas condicionan forzosamente el medio en que se construyeron las tumbas excavadas en roca de Cilleros: por un lado están las tumbas construidas al este de la población, excavadas en granito (Necrópolis de Navelonga y del Pajarino, Tumbas de los Rollinos, del Colmenar, de los Pilones, etc); y por el otro lado están las tumbas construidas al oeste, excavadas en pizarra, como las Tumbas del Becerril de forma rectangular y fondo de bañera; aunque otro buen ejemplo de tumba excavada en pizarra lo tenemos en esta tumba, sita en la Dehesa Vieja de Cilleros:


Forma: Antropomorfa de cabeza y pies.
Dimensiones: 178 cm de largo; entre 55 y 40 cm de ancho; y entre 37 y 20 cm de profundidad.
Orientación: 140º Noreste
Observaciones: Inclinación apreciable, con caida desde la cabeza a los pies. Tiene un relieve en forma de almohada de unos 5 cm de grosor.



Fuentes: Miguel García de Figuerola - Arqueología romana y altomedieval de la Sierra de Gata; Instituto Geográfico y Minero