La teoría de la momificación. Algunos estudiosos han sugerido que las tumbas se han reutilizado sirviendo para la “desecación y descarnación de los cadáveres antes de su inhumación definitiva”. A primera vista esta teoría parece poco probable, pero es menester considerarla ante la ausencia de restos. Es bien conocida en las Islas Canarias la costumbre de momificar, pero antes de la llegada de los españoles a esas islas parece que, durante éste periodo histórico no había ninguna relación con los guanches (aborígenes de Canarias) y que éstos no han derivado sus costumbres de la Península Ibérica. Los procesos de momificación son muy variados; es probable que se haya originado en Egipto la idea, cuando se dieron cuenta que la aridez de la arena del desierto impedía la descomposición, pero más tarde utilizaron procesos más complicados. El cadáver se sumergía en nitro o salitre durante unos setenta días; después de quitar la epidermis, se lavaba el cadáver, se ponía derecho y se le desecaba. De los guanches de las Canarias tenemos un relato del siglo XVI según el cual echaban el la boca del difunto “ciertas confecciones hechas de manteca de ganado derretida, polvos de brezo y piedra tosca, cáscaras de pino… y embutíanlas con esto cada día, poniendolo al sol, cuando de un lado, cuando de otro, por espacio de quince días hasta que quedaba seco...”. Por fin el cadáver se envolvía y se cosía en un cuero de ganado.
Respecto a las tumbas, hay dos posibilidades, o se hicieron para inhumaciones normales o para una etapa en la preparación de momias. Los argumentos a favor y en contra de la momificación son:
La mayoría de las tumbas están en lugares que hoy en día sin remotos y aislados; en muchos casos existen en pequeños grupos de entre una y cinco, lo que puede explicarse si la momificación estuviera reservada para personas especiales. Pero nunca se han encontrado enterramientos normales en los alrededores de las tumbas.
La casi completa falta de asentamientos y materiales arqueológicos asociados con las tumbas sugiere que no las hacían para inhumaciones normales.
Las medidas de las tumbas hacen inevitable que el cadáver estuviera en posición de cúbito supino, pero aún así la anchura mediana de 45cm sería muy estrecha para un cadáver normal.
La orientación de las tumbas entre 30 y 210 grados sugiere un motivo religioso más que práctico. Si el propósito de las tumbas fuera la desecación de cadáveres se esperaría que la orientación hubiera sido más al sur, o sea, entre 90 y 270 grados. No obstante, la disponibilidad de rocas idóneas debe haber tenido alguna influencia, y la orientación que se ha notado sería eficaz hasta cierto punto en el proceso de desecación.
Muchas veces la inclinación de las tumbas es en declive hacia los pies, y en algunos casos se hicieron canales para drenaje desde el extremo inferior. Como quiera que se utilizara las tumbas, habría un problema con la lluvia y con los líquidos de descomposición. Pero bastantes tumbas están horizontales y no llevan canales para drenaje.
La falta de tapaderas de piedra cerca de las tumbas es muy sugestiva. Aunque han pasado siglos o aún miles de años, parece sumamente improbable que no quedaran algunas tapaderas cerca de los grupos grandes de tumbas que se ubican en sitios aislados. Hay tumbas que tienen una repisa clara que debe haber sido hecha para algún tipo de tapadera. Y si las tumbas quedaron abiertas tendrían que ser protegidas contra los animales del monte.
Existe la posibilidad que las tumbas se cubrieran con ramas de arbusto y con tierra, pero cuando hay varias tumbas contiguas en una laja grande, parece imposible cubrir todas las tumbas de esta manera a menos que se utilizaran al mismo tiempo. Otro hecho que apoya la teoría que las tumbas se quedaran abiertas es el hecho que nadie ha denunciado el descubrimiento de una sola tumba de este tipo bajo el suelo. Pero tampoco se han descubierto restos humanos momificados en la zona.
A primera vista la sugerencia de que las tumbas se utilizaran en el proceso de desecación de momias es atrayente; la falta de tapaderas, la orientación y la inclinación de muchas tumbas, junto con la rara presencia de canales, indica un interés en el drenaje. Por otra parte, las tumbas con repisas para tapaderas no pueden ser para la desecación de cadáveres, y de todas maneras lo que sucedería a un cadáver en una tumba sería la putrefacción antes que la desecación. La pregunta tiene que quedar abierta hasta que se descubra una momia; pero para ello hace falta descubrir una tumba intacta, que quiere decir, bajo el suelo.
Fuente: Hamo Sassoon - Las tumbas excavadas en roca del Campo de Gibraltar
Milenaria población pre-romana, frontera entre Lusitanos y Vetones, adquirió cierta relevancia en época romana. Con la invasión musulmana, vuelve a ser territorio de frontera, en la llamada Trasierra Leonesa. Hasta el año 1213 no se produce la Reconquista definitiva del territorio por el Rey Alfonso IX de León, quien lo dona a la Orden Militar de Alcántara; el 20 de octubre de 1306 el décimo Maestre de la Orden, frey Gonzalo Pérez Gallego, concede a Cilleros la Carta de Villazgo.
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