Es creencia general, aunque no disponemos de documentos o testimonios que lo justifiquen, que en el año 890 de nuestra Era fue construida por mahometanos, concretamente por los berberiscos, una importante torre sobre el antiquísimo castro de Elxas, Heljas, Herjas, Herjes, Laseljes y Eljas, y que era uno de los vigías más destacados del waliato de Coria, una muy útil atalaya, por su excelente posición, siempre alerta en prevención de un posible ataque o infiltración de los cristianos por la parte de la Sierra.

Un historiador extremeño admite que la palabra Lasaljes viene de Ergastulum, que significa mazmorra, cárcel de siervos en el campo; dando a entender con ello que en los primeros tiempos aquel fuerte, o el castro sobre el cual se edificó, fue mazmorra o prisión de esclavos.

El pueblo que circunda, en parte, el emplazamiento de dicha torre y demás fortificaciones, surgió alrededor en siglos sucesivos; y la posición estratégica de uno y otras fue siempre de extraordinario valor en las guerras entre moros y cristianos, con ocasión de las discordias y rivalidades de las Ordenes Militares y en nuestras escaramuzas con el país vecino, ya que se encuentra situado a pocos kilómetros de la frontera con Portugal. Fortaleza y pueblo están anclados sobre una colina que desciende por sus lados norte y sur, pero por el naciente los domina una montaña sumamente escarpada y llena de peñascos, combatida en ocasiones fuertemente por el viento.

Desde su reconquista definitiva llevada a cabo por el Rey D. Alonso de León en 1212, perteneció a la ciudad de Coria; mas en 1302 D. Fernando el Emplazado, dio el castillo y la aldea del mismo nombre que a sus pies se alzaba a la Orden Militar de Alcántara. En 1369, aldea y castillo, acatando las órdenes del Maestre, enarbolaron bandera por el Rey de Portugal, aspirante a la corona de Castilla, ensangrentada por puñal fratricida en los campos de Montiel. Pero triunfante en todo el reino D. Enrique de Trastamara, redujéronse a la obediencia de éste. En el siglo XV formose con ellos una encomienda, que de ordinario iba unida a la de Salvaleón, en cuyo término radicaban las Eljas, y en tiempo de guerra servía al Maestre con cuatro lanzas. El primer comendador de dicha encomienda fue Frey Juan Martínez de Cilleros. Así que estalló la guerra de la independencia portuguesa en 1640, esta fortaleza tuvo que sufrir indiscutiblemente sus consecuencias, como baluarte fronterizo. A partir de finales del siglo XVIII se produce su abandono y posterior decadencia.

Llegó a tener hasta tres cinturones amurallados a su alrededor. Contaba con Torre del Homenaje, alojamiento para las tropas, cocinas, bodegas, caballerizas, mazmorras, su propio Aljibe, e incluso Capilla. Lamentablemente, de todo aquello hoy solo quedan dos torreones. Uno circular y otro construido en forma de prisma, ambos de sillería. Aún podemos contemplar en ellos los sótanos que hicieron las veces de mazmorras.






Fuentes: Velo y Nieto, - Castillos de Extremadura; Publio Hurtado - Castillos, Torres y Casas Fuertes de la Provincia de Cáceres.