El arte románico fue el primer gran estilo claramente cristiano y europeo que agrupó a las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica y árabe) y consiguió formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas.
En la península española, el románico presenta tres fases cronológicas:
- Primer Románico (1000-1075).
- Segundo Románico (1075-1150).
- Tercer Románico (segunda mitad del siglo XII). Este tipo va a ser el que va a predominar en la mitad sur de la Península, ya que estos territorios van a ser los que más tarde se reconquistarían. En Cilleros concretamente, el románico que vamos a observar pertenece siempre a este último período.
Los edificios románicos se caracterizan por el uso del arco de medio punto y la bóveda de cañón, así como por sus gruesos muros, en los que existen pocas ventanas. Por este motivo, sus interiores son oscuros para lograr el recogimiento de los fieles. Suelen contar con cabeceras semicirculares, puertas monumentales y canecillos soportando los aleros, a menudo decorados.
El románico en Cilleros, al igual que en la mitad sur de España, llegará con cierto retraso ya que estos territorios no comienzan a reconquistarse hasta el siglo XII. Coria, sería la primera ciudad extremeña en ser reconquistada, en 1142. Plasencia se fundaría en 1186, con una doble finalidad, proteger la frontera frente a León y eliminar un vacío entre las tierras pobladas del reino y señorío de Fernando Rodríguez el castellano quien recibió una herencia ilegal de Alfonso VIII. Alcántara se reconquistaría en 1214 y Cáceres en 1227. Cilleros, como parte de Sierra de Gata, no se reconquistaría hasta el año 1166 y la repoblación del territorio no se afianzaría hasta comienzos del siglo XIII.
Es por ello que, el románico en Cilleros y en su extensión en la provincia de Cáceres, llega en un momento tardío, no siendo muchos los vestigios de este estilo que han llegado a nuestros días. El principal es la imagen románica de Nuestra Señora de los Apóstoles, del siglo XII-XIII, que da nombre y se custodia en la iglesia de Nuestra Señora de los Apóstoles, un edificio inconcluso con dos tramos muy bien diferenciados: la nave o primitiva iglesia construida en el siglo XV y de estilo gótico, y la cabecera, fabricada durante el siglo XVI, como otras muchas iglesias de las poblaciones cercanas, de estilo renacentista. Pero, ¡tenemos una imagen románica en una iglesia no románica!.
De lo anterior podríamos concluir, que una sociedad tan ligada al cristianismo tuvo que contar durante los siglos XII al XIV con algún edificio dedicado al culto. Una pequeña iglesia de estilo tardo-románico, que, aunque se desconoce donde pudo estar ubicada, si que han llegado a nuestros días un par de restos en forma de canecillos reutilizados en la portada de una vivienda particular de la población.
Los canecillos surgen como la cabeza de la viga que en arquitectura asoma al exterior y soporta la cornisa o alero. Pero su forma evolucionó para ser empleado como elemento meramente decorativo hasta el punto de perder su utilidad primitiva, pasando a ser una pieza exenta no portante. Ello derivó en numerosas formas escultóricas, sirviendo para completar el soporte o simplemente para embellecer las cubiertas exteriores e interiores, o los dinteles de los vanos, con motivos habituales zoomorfos, naturales y de cabezas humanas.
0 Comentarios