El maquis fue un movimiento de guerrilla antifranquista que operó en España tras la Guerra Civil (1939-1952 aproximadamente). Estaba formado principalmente por excombatientes republicanos y militantes de izquierda que se ocultaban en montes y zonas rurales para organizar acciones armadas contra el régimen franquista, como sabotajes, robos de suministros o ataques a autoridades locales, buscando mantener viva la resistencia y desafiar el control del franquismo en el territorio.
La Sierra de Gata, en el extremo noroeste de Cáceres, fue un territorio decisivo durante la posguerra española para la actividad del maquis, los guerrilleros que continuaron la resistencia antifranquista tras la Guerra Civil. Su accidentada orografía, pueblos dispersos y la cercanía a Portugal ofrecían un refugio natural a pequeños grupos armados y facilitaban su movilidad, aunque también limitaban sus recursos y contactos.
La actividad guerrillera del maquis en la Sierra de Gata se desarrolló principalmente entre 1946 y 1948, y se puede dividir en dos fases:
- Primera fase (inicios de 1946 – otoño de 1946): Surgieron pequeñas partidas como las de El Francés o Compadre, que operaban en los montes, caminos rurales y cortijos dispersos. Su estrategia se basaba en la movilidad, el conocimiento del terreno y el apoyo, en ocasiones forzado, de vecinos locales.
- Segunda fase (finales de 1946 – 1948): Tras la eliminación de los principales líderes guerrilleros, el Ejército, la Guardia Civil y las milicias locales reforzaron la vigilancia. Se realizaron redadas, ocupaciones de campamentos y persecución sistemática de enlaces y colaboradores. La presión militar obligó al maquis a abandonar la actividad activa en la comarca hacia finales de 1948.
Los guerrilleros de la Sierra de Gata se movían por rutas de montaña difíciles, utilizaban refugios naturales y mantenían contactos limitados con la población civil. Su número era reducido, y muchas veces sus acciones se restringían a ataques aislados o movimientos de supervivencia más que a operaciones armadas coordinadas. Sin embargo, su presencia generaba constante tensión y obligaba a las fuerzas del orden a desplegar recursos de manera continua.
Aunque Cilleros no fue escenario de grandes enfrentamientos directos, su situación geográfica y social lo convertía en un punto clave: servía como lugar de tránsito para guerrilleros y enlaces, aprovechando caminos y veredas de la sierra; la vigilancia militar y los registros frecuentes afectaban la vida cotidiana de los vecinos; la represión franquista se ejerció de forma intensa, con detenciones, control de población y seguimiento de posibles colaboradores.
El 3 de septiembre de 1945, una partida guerrillera ocupó la población de Santibáñez el Alto, controlando temporalmente la localidad, lo que reflejaba una cierta audacia en el movimiento guerrillero. Aunque breve, esta ocupación ponía de manifiesto que el maquis aún podía proyectar presencia visible incluso en territorio que las fuerzas franquistas consideraban controlado
Posteriormente, la noche del 20 de febrero de 1946, se produjo un asalto a la finca denominada “Cuartos de Salamanca”, en el término municipal de Moraleja, propiedad de la Condesa de Mallada. Los hechos comenzaron con una denuncia del alcalde de Casillas de Coria sobre posible presencia de guerrilleros en la zona. Al día siguiente se constató el atraco en la finca. El encargado, Vicente Moreno Marcos, fue interrogado; casado y natural de San Martín de Trevejo, expone lo siguiente:
Sobre la diecinueve horas del día 20 de febrero de 1946, con ocasión de hallarse en la cocina en unión de su familia, se presentaron de improviso, llevando como barrera delante al cabrero llamado Ángel González Caro, penetrando tres desconocidos que llevaban como armamento pistola de 7,65 y uno con un rifle, los que le intimidaron y obligaron a levantar las manos, e igualmente a su familia, y seguido de esto, otro más se sitúo en la puerta, éste con escopeta, procediendo a atarle las manos y exigiéndole treinta mil pesetas.
Como quiera que el encargado le comunicara a la partida guerrillera que no tenía esa cantidad de dinero, los maquis registraron las dependencias de la casa hasta encontrar 13.000 pesetas que se llevaron junto a otras 1.125 pesetas que el encargado portaba en una cartera. También le exigieron los siguientes comestibles: 9 kilógramos de tocino, 4 de chorizo, 9 de queso y 6 panes de un kilo.
A consecuencia de las pesquisas para el esclarecimiento de los hechos, la Guardia Civil detuvo a dos lugareños. También, se tomó declaración a Antonio Ventura Estévez de 35 años, natural de Peña-García (Portugal) y vecino de Cilleros. En su declaración, efectuada el día 24 de febrero de 1946, manifiesta que había visto a ciertos individuos unos días antes (18 de febrero) merodeando por la zona. Que le preguntaron si vendía harina o sabía quién la vendía, porque pensó que eran contrabandistas o carabineros, aunque también le asaltó la duda de que pudieran ser “bandoleros”.
La Guardia Civil, a cargo del Capitán Miguel Tascón Fernández, abrió un expediente de "presencia y atraco de nueve bandoleros al encargado de la finca…" dentro de un sumario militar. Este asalto se presenta como ejemplo del grado de ofensiva que la guerrilla todavía mantenía, robos, atracos, acciones de visibilidad, aunque ya en proceso de desgaste.
El legado del maquis en la Sierra de Gata y en Cilleros es significativo. Los archivos judiciales y militares, junto con los testimonios orales, muestran que la resistencia, aunque limitada, obligó a desplegar recursos militares continuos y dejó una huella profunda en la memoria de los pueblos. Recuperar esta historia permite comprender cómo se vivió la posguerra en las comunidades rurales de Extremadura y cómo la combinación de resistencia, represión y supervivencia marcó la vida cotidiana.
Hoy, la memoria de Cilleros y la Sierra de Gata recuerda el esfuerzo de quienes resistieron, el impacto de la represión y la complejidad de una etapa marcada por el miedo, la lucha y la resistencia silenciosa. Más de setenta años después, estas historias siguen siendo un testimonio de la lucha por la libertad en los rincones más aislados de España.
Fuente: Los procesos militares en la represión del maquis cacereño y salmantino - Jose Mariano Agudelo Blanco; II República, movimiento obrero y represión franquista en Sierra de Gata 1931-1939 - Jesús Carlos Rodríguez Arroyo.




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